Cuando hablamos de abogados a todo el mundo se le viene a la mente una persona vistiendo la toga delante de jurado defendiendo al acusado. Dejando al margen las falsas expectativas que las películas americanas han generado en el ejercicio del Derecho hoy os explicaremos un poco cuál es el trabajo de un abogado experto de derecho tributario/fiscal; principal especialidad de nuestro despacho.
Al igual que en el mundo de la medicina hay diversos especialistas, también los hay en el mundo del Derecho. Tenemos al abogado de familia (que se encarga de separaciones y divorcios), al abogado penalista (delitos penales), al abogado laboralista (despidos y asuntos relacionados con los trabajadores). La clasificación puede ser muy amplia, pero del que nosotros vamos a hablar hoy es del abogado tributarista; quién en ocasiones se encuentra a caballo entre el abogado y el asesor fiscal.
1.- Los abogados tributaristas no presentamos modelos periódicos.
Cuando uno piensa en impuestos, la primera sensación, además de tener miedo, es acordarse de Hacienda y de los modelos que tenía que presentar. Muchos de estos modelos (cuyo nombre técnico es autoliquidación) tienen que presentarse mensual, trimestral o anualmente. Los abogados tributaristas no nos encargamos de la presentación de estos modelos. Salvo en asuntos muy puntuales, corresponde presentarlos a los asesores fiscales.
2.- Defendemos al ciudadano frente a Hacienda.
Las campañas que desde hace años emite el Ministerio de Hacienda, además de intentar convencernos de que Hacienda somos todos (aunque habría que añadir la coletilla de que “unos más que otros”), pretende convertir a todo aquel que se aparta de su criterio en un defraudador o un “delincuente”. Sin embargo, son numerosos los casos en que la opción defendida por Hacienda es descartada por los tribunales. Cabe destacar que en torno a la mitad de las reclamaciones interpuestas frente a Hacienda ante los Tribunales Económico-Administrativos son estimadas. https://www.hacienda.gob.es/es-es/gobiernoabierto/transparencia/paginas/impuestos%20teac.aspx
3.- Colaboramos con las asesorías fiscales.
El abogado tributarista no sustituye al asesor fiscal de toda la vida de una empresa. Se trata más bien de una complementación de los servicios comunes que ofrece la asesoría. El abogado experto en derecho fiscal interviene en aquellos asuntos que por su complejidad escapan al día a día de la asesoría. Del trabajo conjunto entre el abogado tributarista y el asesor, el principal beneficiado es el cliente.
4.- El abogado tributarista planifica operaciones para garantizar el máximo ahorro fiscal.
No solo intervenimos cuando se ha recibido una “carta de Hacienda”. Nuestra labor de asesoramiento preventivo es fundamental para elegir la opción que menor coste conlleve y que se pueda defender ante la Administración y los Tribunales de Justicia. Ejemplos de esta labor serían planificaciones sucesorias, de sucesión empresarial, venta de empresas…
Pero sobre todo, el abogado tributarista es un profesional del derecho cuya principal vocación es defender al ciudadano ante una Administración Tributaria que, en los últimos años, solo tiene por finalidad conseguir la mayor recaudación posible; aunque para ello tenga que pasar por encima de los derechos reconocidos al contribuyente.
Juan Jiménez
Abogado especialista en: Derecho Tributario, Derecho Societario, Reestructuraciones Empresariales y Derecho Agrario
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